Hace algunos meses encontré un trabajo que había hecho en la prepa, lo había dejado guardado en la casa de mis papás. Era uno de esos trabajos de orientación vocacional en los que imaginas tu vida en 5, 10 y 15 años. Por su puesto había esposo, hijos, auto y casa, pero lo más interesante era el plan de carrera, en ese tiempo quería estudiar química para trabajar en la industria de los cosméticos, así que entré en la carrera de química ofertada en Aguascalientes que me pareció más interesante. Ya estando ahí, me di cuenta de que había todo un universo de cosas a las qué dedicarte cuando eres químico, pero que cuando elijas lo que te gusta debes seguirte especializando, primero pasó por mi mente ser química forense, pero desistí a la primera autopsia que me tocó ver prácticamente en vivo.
Luego, me sedujo la genética, en ese tiempo era todo un acontecimiento la clonación y la oveja Dolly; sin embargo, aunque disfrutaba mucho la teoría, me costaba la parte práctica en todo lo que tuviera que ver con muestras biológicas. Así que seguía en busca de “eso” a lo que me dedicaría toda la vida. Hacia los últimos semestres conocí la nanotecnología, y me atrapó saber cómo cosas tan pequeñitas tenían el poder de detectar y curar enfermedades, pero también cuidar el medio ambiente y quise saber más.
Tan pronto como terminé la licenciatura me embarqué en el doctorado, ya no quería trabajar en la industria, ahora quería saber más sobre las nanopartículas y convertirme en profesora investigadora. Me busqué un posgrado cerca, quería poder ver a mi familia cada vez que la nostalgia me llegara, o antes si era posible. Y después de varias materias y un recorrido a los laboratorios, decidí tomar un proyecto con el que mis nanopartículas ayudarían a generar energía sin usar los derivados del petróleo. El laboratorio era de electroquímica una rama de la química hasta entonces desconocida para mí.
Al tiempo que hacía el doctorado, otra cosa nueva e inesperada surgió, la oportunidad de enseñarle a los niños lo que se hacía en nuestro laboratorio y las maravillas que la ciencia ha traído a nuestras vidas. Sin pensarlo me embarqué en una nueva aventura: divulgar la ciencia más allá del laboratorio y en compañía de buenos amigos, fuimos a colegios, escuelas públicas y hasta fiestas. Así fui trazando un camino alterno en la divulgación de la ciencia, desarrollando talleres, clubes, charlas y todo lo necesario para acercar los avances científicos y los experimentos divertidos a todas las personas.
Pero la divulgación es una palabra que ha tomado más fuerza has los últimos años, para cuando terminé el doctorado lo más cercano era la educación, y aunque seguía con la idea de ser profesora investigadora, también quería mostrar a mi comunidad esas cosas de la ciencia que me fascinaban. Comencé a dar clases a nivel medio superior y superior y seguí con las actividades de divulgación, al principio les contaba a mis estudiantes sobre la divulgación y poco a poco los fui involucrando a ellos también. Entonces me di cuenta de que la línea entre la divulgación y la educación es muy delgada, y encontré un trabajo en el que podía combinarlas, pero también me empezaron a buscar para compartir lo que sabía con nuevos divulgadores y maestros que, como yo, querían compartir las maravillas de la ciencia con todas las personas. Entonces decidí soltar mi idea de la investigación para dedicarme a la divulgación y la educación.
A veces si extraño el laboratorio, el poder sintetizar nanopartículas, verlas en el microscopio y conocer su gran poder. Pero el sentimiento es compensado cuando veo cómo la mente de los niños y jóvenes se abre a nuevas ideas, y cómo muchos de ellos son enamorados por la ciencia y comienzan a trazar su camino con ella. Sin duda, la labor de los divulgadores y los maestros de ciencia es muy importante y me da mucha alegría poderlos acompañar y transmitirles lo que he aprendido a través de estos años en los que si bien mis planes han cambiado constantemente he logrado cumplir mis metas y cosechar sueños.
Para no quedarme con la espinita tengo un taller de cosmética, es decir, un pequeño laboratorio que ha crecido durante este año en el que tuvimos que quedarnos en casa. Hacer cosmética artesana me ha llevado a descubrir que también puedo acompañar a las mujeres para trabajar por su bienestar y hasta generar negocios sustentables. Sin duda mis planes han cambiado bastante, pero siguen girando en torno a que las personas conozcan la ciencia y puedan gozar de sus beneficios.
Mire tú página Diana, y sera extraño pero nunca habíamos de esto, solo he mirado ocasionalmente que entro a Facebook tus estados y se de tu gran pasión y trayectoria como divulgadora. Yo no tengo talento para el público pero me encanta lo que haces, a mi en cambió me gusta escribir. Miro esta redacción y me haces pensar en muchas cosas que por razones extrañas llegan todas al mismo momento. «Los tiempos de Dios son perfectos» la primera vez que escuche esto fue de ti.
Sabes, también me ha cautivado el asunto de las NPs y siempre me he inclinado por la linea ambiental, asi que síntesis verde de NPs es lo que ahora toca. Recién fui a un seminario de un investigador que hablaba de lo que ha pasado para llevar su investigación al emprendimiento. Recuerdo «no quiero oro ni quiero plata, yo solo quiero romper la piñata, esto es útil y puede impactar… He tenido miles de circunstancias pero no he desistido, ect» justamente el hablaba de que su linea ha sido inclinada a otras áreas médicas pero que lo que el quiere es hacer cosméticos sostenibles.
Diana, mucho cariño y admiración para tus proyectos, sin duda siempre haz sido una soñadora y; soltar no es perder, es llegar a tus sueños pero mediante otras vías. Un fuerte abrazo para ti y tu hermosa familia. No estoy muy atenta a Facebook pero si gustas ya deje mi correo y por ese medio más atenta. Si algún día estas con una temática para tu bloc quiero compartir con quienes también sentimos esa pasión y nos encantaría poder compartir nuestros intentos de hacer divulgación, en mi caso escrita. Te mando un fuerte abrazo y si gustas estamos en contacto. Me encanta tu nota y soy fan de las revistas de divulgación jajaja pero lo tuyo es ser visionaria. Gracias por existir….